La vuelta al cole para conocer, hacer, vivir y ser.

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A lo largo de estos próximos días los informativos y programas de todos los medios de comunicación emitirán cómo los más pequeños de la casa se incorporan por primera vez a su centro educativo o cómo regresan al mismo después de las vacaciones estivales.

Veremos u oiremos a niños y niñas llorando, a madres y padres desconsolados dejando por primera vez a su descendencia en un aula. Otras y otros muy aliviados porque, ya era hora de que empezaran las clases, porque no hay quien soporte más a la criatura en casa.

Habrá incluso quien se queje de que los periodos de adaptación de los centros escolares son demasiado amplios y eso resulta molesto para la conciliación laboral.

Habrá, por desgracia, padres y madres que por primera vez en mucho941108_526985527359386_1505449539_n tiempo tengan disponibilidad horaria para dejar y recoger a sus hijos e hijas porque se encuentran sin trabajo.

Y si se fijan bien, no ya solo en los medios de comunicación, sino en su propio pueblo, barrio o ciudad, serán muchísimos abuelos y abuelas quienes llevaran a sus nietas y nietos al centro educativo.

No, no vamos a hablar de la esclavitud del abuelo o abuela. No vamos a hablar de la solidaridad familiar y la solidaridad intergeneracional.

Y aunque parezca mentira, tampoco vamos a hablar de la incorporación de los más peques de la casa a su proceso educativo formal.

Hoy, nos vamos a referir a la “vuelta al cole” de nuestros mayores. Vamos a hablar de pilar del envejecimiento activo denominado aprendizaje a lo largo de la vida.

¡Ojo! si buscamos información bajo el término «educación de adultos» el concepto será más amplio que el que hoy queremos tratar aquí. Aún siendo aprendizaje a lo largo de la vida, nosotros queremos centrarnos en el aprendizaje de la llamada Tercera Edad, exclusivamente. En ocasiones se pensara única y exclusivamente en la alfabetización de adultos. Eso también pero la realidad no es únicamente esa. La realidad es que hay otra formación que también es ofertada por diversos agentes y demandada por las personas mayores.

644477_371927252886643_1499102396_nEn 1996, el por entonces presidente de la Comisión Europea, Jack Delors, redacto un informe –que sería conocido como el informe Delors-, y que llevaba por título “La educación encierra un valor”.

En dicho informe se decían cosas tan significadas como “Al final de un siglo caracterizado por el ruido y la furia tanto como por los progresos económicos y científicos —por lo demás repartidos desigualmente—, en los albores de un nuevo siglo ante cuya perspectiva la angustia se enfrenta con la esperanza, es imperativo que todos los que estén investidos de alguna responsabilidad presten atención a los objetivos y a los medios de la educación. La Comisión considera las políticas educativas como un proceso permanente de enriquecimiento de los conocimientos, de la capacidad técnica, pero también, y quizás sobre todo, como una estructuración privilegiada de la persona y de las relaciones entre individuos, entre grupos y entre naciones”.

Es la idea de educación permanente lo que ha de ser al mismo tiempo reconsiderado y ampliado, porque además de las necesarias 575306_321277011285001_850518992_nadaptaciones relacionadas con las mutaciones de la vida profesional, debe ser una estructuración continua de la persona humana, de su conocimiento y sus aptitudes, pero también de su facultad de juicio y acción. Debe permitirle tomar conciencia de sí misma y de su medio ambiente e invitarla a desempeñar su función social en el trabajo y la ciudad. (…) Es verdad que toda la vida personal y social puede ser objeto de aprendizaje y de acción.(…) La educación durante toda la vida se presenta como una de las llaves de acceso al siglo XXI. Esta noción va más allá de la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente, y responde al reto de un mundo que cambia rápidamente. La educación tiene que adaptarse en todo momento a los cambios de la sociedad, sin dejar de transmitir por ello el saber adquirido, los principios y los frutos de la experiencia. La educación durante toda la vida permite, sencillamente, ordenar las distintas etapas, preparar las transiciones, diversificar y valorizar las trayectorias. De esta forma, saldríamos del terrible dilema que se plantea entre seleccionar, y con ello multiplicar el fracaso escolar y los riesgos de exclusión, o igualar, pero en detrimento de la promoción de personas con talento”.

Por tanto, el informe Delors, la basa la educación a lo largo de la vida,  en cuatro pilares:

  • Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
  • Aprender a hacer, a fin de adquirir no sólo una calificación profesional sino, más generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes, bien espontáneamente a causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.
  • Aprender a vivir, juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
  • Aprender a ser para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitud para comunicar…

Seis años antes, en la Conferencia de Jomtien sobre educación básica, se decía de las necesidades básicas de aprendizaje, que «Estas necesidades abarcan tanto las herramientas esenciales para el aprendizaje (como la lectura y la escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas) como los contenidos básicos del aprendizaje (conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes) necesarios para que los seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo».

550408_331778410234861_749640363_nAsí, se pasó del término acuñado por la UNESCO en la década de los setenta y ochenta, -Educación a lo largo de la vida- al término –aprendizaje a lo largo de la vida-.

Esto se debió a que el aprendizaje no está confinado a un periodo específico de la vida, sino que va “de la cuna a la tumba” (sentido horizontal), considera todos los contextos en los que conviven las personas como familia, comunidad, trabajo, estudio, ocio, (sentido vertical), y supone valores humanísticos y democráticos como la emancipación y la inclusión (sentido profundo).

Por ello, se enfatiza el aseguramiento de los aprendizajes relevantes (y no sólo la educación) más allá del sistema escolar.

A nivel supra estatal, el aprendizaje a lo largo de la vida se sitúa en Naciones Unidas en la UNESCO, más exactamente en El Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (UIL).

Este instituto, publico por primera vez en 2009 el “Informe Mundial2º informe Unesco sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos (GRALE)- Repensando la Alfabetización”. Este año 2013 se ha publicado el II informe.

El Informe examina los progresos en la implementación del Marco de Acción de Belém. Se centra en los cinco temas clave identificados en Belém – políticas, gobernanza, financiación, participación y calidad – y revisa en particular detalle el tema transversal de la alfabetización de adultos. Se pone de manifiesto que, mientras muchos de los mismos desafíos permanecen, varios de los mensajes centrales del Marco de Belém han encontrado su lugar en los debates sobre políticas nacionales y los procesos de reforma.

Tal vez el mensaje más importante que se desprende de este informe es que el aprendizaje a lo largo y a lo ancho de la vida, ofrece la perspectiva más prometedora para abordar el desafío de la alfabetización de adultos.

No vamos a enredarnos más en la macro política del aprendizaje a lo largo de la vida. Si alguien quiere más detalles puede sumergirse en la información que ofrece el Unesco Institute for lifelong Learning.

Analfabetismo2013unescoPor tanto, tal y como sucede con cualquier otro concepto relativo al envejecimiento activo, la realidad que representa dicho concepto y el trabajo realizado y por realizar sobre el mismo es muy diferente. Podemos estar hablando desde personas mayores que simplemente tienen que alfabetizarse, hasta personas que deciden ampliar su conocimiento bien sea este general, específico, etc…

Desde ahora, nos circunscribimos a la realidad del Territorio Histórico de Bizkaia.

En el marco de Bizkaia, también debemos ser muy conscientes de que la variedad de actores, agentes y ofertas es bastante amplia.

El Gobierno Vasco, dispone de políticas y programas de aprendizaje a lo largo de la vida. Tal es el interés que el pasado 31 de enero de 2012 el Consejo de Gobierno acordó remitir al Parlamento Vasco el proyecto de Ley de aprendizaje a lo largo de la vida. Lógicamente la disolución de la cámara frustro su tramitación, si bien sabemos de buena tinta que el gobierno del lehendakari Urkullu tiene previsto retomar este proyecto de Ley con sus correspondientes adecuaciones y mejoras.

14602_4975710474904_1698966393_nPor su parte, las universidades vascas, tanto la Universidad del País Vasco (EHU) como la Universidad de Deusto (UDeusto), disponen de sendos programas de aprendizaje a lo largo de la vida dedicados de forma especial a las personas mayores.

En el caso de la EHU, las Aulas de la Experiencia son el claro ejemplo de ello. Y en el caso de Deusto, Ociobide también es el ejemplo.

Dos ejemplos consolidados cuyos números de matriculación hablan por sí solos.

En el caso de las Aulas de la Experiencia, se ha pasado de 229 matriculaciones en 2002 a las 572 en el curso 2012. Y siempre con lista de espera para incorporarse a las mismas. Además, la fidelidad en la asistencia y conclusión del programa de tres años se sitúa cercana al 95%. Es decir pocas bajas y piras hacen los mayores a clase.

En el caso de Ociobide los datos también muestran una aceptación amplia al proyecto con una media de 1550 inscripciones por curso académico en el total de los programas ofertados.

En el caso de la oferta de Ociobide, esta también tiene la posibilidad de dispersarse por los municipios pudiendo encontrar cursos en Getxo, Basauri, Galdakao, etc…

Por su parte, los ayuntamientos, si bien no de una forma explícita bajo el aprendizaje a lo largo de la vida, si ofertan entre sus actividades cursos, que sin duda alguna, constituyen y conforman formación que puede enmarcarse en aprendizaje a lo largo de la vida.

Hace unos meses hablábamos por poner un ejemplo de la oferta de cursos que el Ayuntamiento de Bilbao realizaba. Pero como Bilbao, otros muchos municipios de Bizkaia.

Y algunas otras instituciones, como es el caso de la BBK que para el curos 2013-2014 ha lanzado una oferta de 3.500 plazas de formación en muy diversas materias.

Y finalmente no podemos olvidarnos de la labor que las asociaciones de personas mayores de cada municipio desarrollan en esta materia. Bien sea de una forma consciente o inconsciente, la oferta de cursos, cursillos, charlas, etc… que las entidades organizan en sus locales constituyen también en parte aprendizaje a lo largo de la vida.

Porque quien puede negar que “aprender a manejar el móvil”, “curso básico de ordenador”, “cocina para solteros”, “el amplio mundo de coger el bajo a los pantalones”, “el sistema de pensiones”, “los programas asistenciales que te ofrecen desde tus instituciones”, etc… no forman parte del aprendizaje.

En resumen, los niños y niñas vuelven estos días a las aulas, pero las personas mayores han de ir dándose prisa para apuntarse aquellos cursos que puedan resultar de su interés, porque ahora es el momento  de apuntarse.

Cada una de las personas mayores ha de encontrar su área de interés, su motivación por hacer y aprender. En definitiva en seguir activo y activado en la sociedad en que vivimos.

Acerca de Aitor Urrutia

Doctor en Ciencia Política y de la Administración por la EHU. Analista de políticas sociales.
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